En el mundo del marketing de contenidos, siempre se ha debatido sobre la importancia de la calidad del contenido vs. la cantidad de contenido. Muchas empresas creen que la única forma de tener éxito es produciendo grandes cantidades de contenido de manera constante. Pero, ¿realmente esto es lo mejor?
La respuesta a esto es un rotundo “NO”, la calidad del contenido siempre debe ser lo más importante.
Si bien, es cierto que la cantidad de contenido puede ayudar a mejorar el posicionamiento y la visibilidad, si no se tiene en cuenta la calidad, el contenido simplemente no será valioso para los usuarios.
Un contenido de calidad es aquel que es relevante, interesante, útil y auténtico; no solo es atractivo para los usuarios, sino que también es valorado por los motores de búsqueda. Los algoritmos de búsqueda están diseñados para buscar y premiar el contenido que ofrece la mejor experiencia al usuario, y esto incluye tanto la calidad como la cantidad de contenido.
Por otro lado, cuando se producen grandes cantidades de contenido de baja calidad puede resultar contraproducente.
Si el contenido no es relevante, no responde a las necesidades de los usuarios o simplemente no es interesante, no habrá manera de retener a los lectores y, a largo plazo, esto puede afectar negativamente la reputación de la marca.
Al final del día, lo más importante siempre será la calidad de contenido, si bien, es cierto que la cantidad es importante también, no debe sacrificarse por la calidad. Lo importante es que el contenido sea valioso y más importante, que cumpla con los objetivos de la marca.
Si estás enfocándote en el marketing de contenidos, prioriza la calidad de los mismos; que hagan conexión y dejen bien claro tu mensaje a la audiencia que estás llegando.