¿Cuándo piensas en Marketing que es lo primero que viene a tu mente? Muy bien, ahora dime ¿Cuál es la publicidad que más recuerdas? Ya que tienes tu respuesta piensa: ¿Dónde la viste? ¿En televisión, redes sociales, espectaculares, muros?
Ya con todas tus respuestas en mente: ¿Sabes el impacto negativo que generó en ti? ¿Conoces el impacto que generó al medio ambiente?
Bueno, pues en esta ocasión escribimos para reflexionar juntos. Actualmente hay más de 7.8 mil millones de personas y el planeta cada vez está más afectado con tanta contaminación y basura.
En muchas ocasiones, las empresas prestigiosas únicamente desean tener resultados altamente económicos sin tomar en cuenta el daño ambiental que generan. Una acción que TODOS debemos promover es aplicar campañas ecológicas o por lo menos ser más conscientes en el impacto que generan las campañas de marketing y publicidad en el mundo.
¿Te has preguntado cuánto tarda en degradarse la lona de un espectacular? ¿El efecto de las luces resplandecientes de las pantallas publicitarias? ¿Qué efecto causa el ruido saturado de las campañas por las calles?
- Una lona publicitaria tarda cientos de años en degradarse.
- Las pantallas publicitarias genera cansancio, nerviosismo y trastornos de ánimo
- La contaminación acústica produce trastornos psicopatológicos, neurológicos, psicológicos y fisiológicos. También produce fatiga, estrés, depresión, insomnio e irritabilidad.
- Empresas de renombre a nivel mundial queman su stock para mantener estatus y exclusividad contribuyendo a la contaminación atmosférica
- Las vallas móviles contaminan al doble, ya que el plástico de las lonas y el humo de los automóviles afectan directamente al ambiente.
- La industria textil es la segunda que más contamina a nivel mundial
¿Qué podemos hacer?
Aunque parezca que un pequeño cambio no hace la diferencia y que el consumismo y producción sin sentido ecológico está arraigado en la población mundial, tú como persona, empresa y/o consumidor, podemos comenzar con pequeños pasos.
Antes de hacer una compra piensa: ¿Para qué lo necesito? ¿Realmente lo necesito?
